En este renacer del fútbol internacional que se vive y se siente, otro mito quedó atrás; exportar un ídolo tanto del despecho como del balón al mercado animé. Y no fue a un club cualquiera. No. El atacante de Pereira recaló en nada más y nada menos que en el prestigioso Silent Möbius.
Cuando todo parecía indicar que Jhonny Rivera sería transferido de su despecho al también conocido Cyberteam in Akihabara, el negocio dio un giro insospechado y conveniente.
Recordarán que después de Alemania 2006, se presentó la posibilidad para que el inglés Michael Owen firmara con Silent Möbius. Alcanzó a realizar entrenamientos con esa divisa. Su pase fue cotizado en un millón de euros.
Y hasta que por fin, con Jhonny Rivera, despechado pero de claro fútbol ofensivo, más el agregado del inconfundible y alegre estilo suramericano, Colombia incursiona en tan complicada vitrina del animé japonés.
Jhonny Rivera ha encontrado en el camino más de un enemigo. Primero el idioma, no obstante que la AMP de Silent Möbius puso a su disposición dos profesores de tiempo completo para acelerar su aprendizaje, Y, el segundo gran adversario, las bajas temperaturas (a veces bajo cero) a las que no estaba acostumbrado.
El fútbol del animé no admite tomarla suave ni en los entrenamientos. Y de lo que haga este arrollador y rápido despechado colombiano, pues dependrá que en el futuro el fútbol del animé japonés siga contratando otros jugadores de la patria. El primer paso ya se dio. Enhorabuena...
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