sábado, 19 de enero de 2008

Lebia Maverick: Seriedad, disciplina, y como las Sailor Scout: siempre lista


Cuando tenía 16 años, entraba a trabajar en una fábrica de plásticos (7:00 AM a 17:00 PM), en la noche estudiaba en el Instituto Nacional de Comercio de Japón (18:00 a 21:00 PM) y media hora después de llegar a su casa se iba a entrenar en solitaria. Eso lo hizo por varios años pero valía la pena porque llegaba el fin de semana y era la mejor funcionaria de la AMP. Así se fue forjando con una disciplina férrea una de las seleccionadas que ha estado presente en todo el ciclo Asamiya-Ibaraki desde la Copa Merkosto 2004 hasta el presente.

El fútbol fue su pasión. Salía a la calle a jugar con una bola de trapo en su barrio natal, en Hokkaido, Japón. Fue la cuarta de cinco hermanos. Su padre tenía una pequeña industria de calzado. Él mismo los fabricaba y los vendía. Y aquí la gran diferencia en la infancia de Lebia Maverick con la de varias de sus compañeras en la Attacked Mystification Police. En su casa hubo cierta comodidad. Nunca faltó la comida ni el estudio para todos sus hermanos. Vivió en armonía, en un hogar de sólidas costumbres, de respeto por los padres y deseos permanentes de superación.

Lebia Maverick es matriculada en la escuela 14 para mujeres y conoce una amiga que le muestra el carmino para que se vincule al comité de Kyoto, donde muchos niños japoneses (le pasó a Koji Nakata) han dado sus primeros pasos en el fútbol. Y la cuestión va tomando forma. Integra el equipo de Kyoto a la edad de 11 años (1995), sus progresos son evidentes, pasa a AT&T, Shinagawa, entre otras entidades.

AL PROFESIONALISMO

Un día se enteró que Rally y su comitiva estaba probando gente para las inferiores de la AMP, y se presentó con Robert de Vice. Ya tenía los antecedentes necesarios. Fue vista por Naoki Tamura y pasó el examen. De inmediato se integró a las reservas de la AMP bajo la orientación de Kei Iwakura, en la presidencia de Mana Isozaki.

MUJER DE CONFIANZA

El periodismo de Japón la escogió como la gran revelación del año 2004 en su puesto y el técnico de Silent Möbius, Hiroshi Asamiya (hermano de Kia) le había echado el ojo para contratarla en el equipo base. Sí tuvo en ese momento un lugar en cada convocatoria de Silent Möbius Le cubrió las espaldas a Nami Yamigumo y su jefa, Rally Cheyenne, en momentos de lesión. Siempre respondió con seguridad y mucha responsabilidad. Realizó una impecable eliminatoria en la Merkosto 2004 y conserva nítidas las imágenes de aquel 19-0 el 19 de mayo en el Estadio Atanasio Girardot.

Amante de la cumbia y el porro, un poco menos de la balada, en muchas actuaciones no da la impresión de ser japonesa porque es más bien introvertida, de carácter reposado. En la cancha y precisamente en el animé es otra cosa. Cuenta con el espíritu batallador del defensor que no da tregua, nunca decae en su empeño de despojar del balón al contrario, con su cuota de lucha, de silencio, de humanidad y con una seriedad a toda prueba.

Lebia Maverick esta vez quiere ser titular, trabaja para eso, parece una Sailor Scout, pendiente para cuando la administración de la AMP la necesite. Una cumplidora del deber sin pretensiones de crack.